lunes, 10 de noviembre de 2008

BIB AZAHAR 14

MIS LÁGRIMAS

Un ácido quemando me abrasa la garganta
y adoba mi saliva con bálsamo de tuera.
El ritmo de mi pulso indómito acelera
y con su amarga risa, la pena me agiganta.

El pecho me desgarra, la ilusión espanta
dejando en las arterias zarpazos de cruel fiera,
que ruge sus dolores igual que la pantera
cuando la bala hiere al hijo que amamanta.

Mis lágrimas son dagas mordiendo las entrañas
con dientes afilados de pútridos sabuesos,
que acuden en inmensas jaurías de alimañas.

Sus voces, son lamentos, tristezas de mi yugo,
suspiros que rechinan como un crujir de huesos
quebrando bajo el hacha rotunda del verdugo.

Cuando ya mis sentidos se hayan muerto
y me ignore hasta el viento con su olvido,
nadie habrá que recuerde que he vivido,
ni si estuvo mi barca en ese puerto.

No he dejado mi huella en el desierto,
ni siquiera pichones en un nido,
ni a nadie que me duela en un latido
mirando mi cadáver frío y yerto.
***
Manuel Barrientos Varela.

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